Vitralls Bonet hoy

Vitralls Bonet fue fundada por JM Bonet en 1923 y desde entonces ha transmitido de generación a generación y de maestro a maestro un espíritu que contempla un escrupuloso respeto por las técnicas y métodos tradicionales, así como un interés constante por el desarrollo de nuevos procedimientos.

Actualmente el taller se ha adaptado a los requerimientos del mercado trabajando con una plantilla ajustada y muy especializada capaz de enfrentarse a cualquier situación referente a la conservación, restauración o en la creación de vidrieras.

Metodología

La empresa trabaja de acuerdo con las guías propuestas por la organización internacional Corpus Vitrearum Medii Aevi de 2004, investigando y documentando: el estado inicial, el proceso de restauración, los materiales empleados y el estado final de la obra, entregando toda la documentación generada en el responsable del proyecto.

Un equipo multidisciplinar

Nuestro equipo está compuesto por: dos creativos: un licenciado en Bellas Artes y otra diplomado en Artes aplicadas al muro, un licenciado en Químicas especializado en conservación y restauración de vidrieras, además de montadores, grabadores, e instaladores, todos ellos formados en la empresa y con una larga experiencia en el campo de los vitrales.

Nuestro taller

Una historia de cien años

Josep Maria Bonet (1903 Seo de Urgel -1988 Barcelona) fundó el taller junto con su hermano Xavier Bonet (1897- 1985). La familia tiene antiguas raíces en el pueblo de Arsèguel en el Alto Urgel. De muy joven, estudió en Barcelona en la escuela La Llotja, donde destacó en dibujo y trabó amistad con artistas con los que más adelante fructificarían colaboraciones en el campo de la vidriera, Montsardà, Labarta, Commeleran.

Más tarde aprendió el oficio en el taller del vidriero Oriach, donde ya trabajaba su hermano.

Los hermanos bonet en su taller

Los años difíciles

Sus primeros trabajos fueron de la mano del artista Darius Vilàs y del arquitecto Josep Maria Pericas, unos vitrales de las parroquias del Carmen de Barcelona y San Juan de Reus, así como las vidrieras de la cripta de la Sagrada Familia de Barcelona. El taller, que trabajaba en la realización de vidrieras emplomadas, en su restauración y en los cristales grabados, fue colectivizado durante la guerra civil y tanto JM Bonet como Xavier Bonet se dedicaron a otras actividades profesionales.

Posguerra y nuevos trabajos

Al acabar la guerra, el taller retomó la actividad y  trabajó en las vidrieras de la sala capitular del monasterio de Poblet, en las vidrieras de los monasterios de Vallbona de las Monjas y de Santes Creus, en las vidrieras de Santa María de las Avellanas, en la parroquia de San Juan de Lleida, en las de la Catedral de Sant Feliu de Llobregat, según dibujos de Francesc Labarta y en las parroquias de Jesús y de San Juan de Gracia. Trabajó también con el Arquitecto Josep Maria Jujol en las parroquias de Santa María de Vilanova y la Geltrú y en las de Sant Joan Despí.

Más allá de realizar una gran obra en las vidrieras catalanas, se concentró en la mejora de los materiales, de los procesos y trabajó para la introducción de las lámparas con cobre estilo Tiffany y con las reservas con vinilo adhesivos que permitía evitar el laborioso uso de papel de estaño y betún de Judea.

Nuevos tiempos

Hacia los años 60, comenzó una nueva época en que el vitral fue de nuevo un campo artístico con un discurso propio y JM Bonet trabajó con los artistas Will Faber en las vidrieras del crucero de la iglesia de los Hogares Mundet, con Ramon Rogent en las vidrieras de la capilla del Hospital de Granollers, la parroquia de Rubí, en las vidrieras de Domènech Fita para la Catedral de Girona, con Carlos Madiroles a las Carmelitas de Vic.

Josep Maria Bonet recibió la carta de maestro artesano vidriero en 1986. Murió en Barcelona en 1988 trabajando hasta casi el último día en el taller de vidrieras.